16 juin 2010

Chile, es hora de verte ganar

Mi relación con Chile es fuerte. Los recuerdos de los chilenos exiliados en Venezuela, donde crecí, y los de los tíos, primos y abuelos que visitaba durante las vacaciones, se mezclan. Con fútbol, claro. En los mundiales, ví a la Roja conseguir tres buenos empates en el 98 en Francia (Italia, Camerún y Austria, trash aber tomado la ventaja las tres veces) ; pero también perder tristemente tres veces en España 82 (Alemania, Austria, Argelia). Los recuerdos, sin embargo, van más lejos. En 1962, Chile organizó el mundial. Para festejar el evento, el país se dotó de la televisiónn seguramente el primer país en Sudamérica. Mi padre tenía doce años, y su padre se compró una tele, la primera del barrio, todos los vecinos venían a ver los dribbles de Garrincha. Chile terminó tercero. En 1966, en Inglaterra, Chile no ganó un partido, pero en su selección jugaban Ignacio Prieto y Alverto « Tito » Fouilloux. El primero jugó en Lille, donde viví, y entrenó a la Universidad Católica, el equipo que seguía en aquélla época. Fué un placer entrevistalo cuando era periodista en RFI. El segundo era comentarista cuando yo iba de vacaciones a Chile. Como Jean-Michel Larqué en Francia. En 1974 y en 1982, Chile no ganó tampoco un partido, y en su selección jugaba Carlos Caszely, pequeño 10 bigotudo, uno de los grandes jugadores que se opuso a Pinochet. Fué un placer conocerlo y verlo jugar, en 1990, en Puerto Ordaz, con el amigo de mi padre, Roque Luongo. En 1998, Chile tampoco ganó un partido, pero jugaban en su selecció los grandes atacantes Iván Zamorano y Marcelo Salas. Zamorano al que ví jugar, con el Real Madrid, en el Parque de los Príncipes, en su derrota 4-1 frente al PSG. Pero hay una anécdota, una broma, que me marcó, es aquélla cuña de televisión que me contaban en el 83, y que salía antes del mundial 82 : Elías Figueroa, el gran defensor chileno, que jugó en 1966, 1974 y 1982, presentaba un producto (una lavadora, una tele una marca de helados, qué se yo) y terminaba haciendo el signo « OK » (el pulgar y el indice tocándose las puntas, los tres otros dedos hacia arriva). « Tres partidos, cero puntos », se burlaban los chilenos.
Espero que hoy, la nueva generación cambiará la historia. Ya que es hora de ver a Chile ganar. Jóvenes como Valdivia, apellido común, nombre de ciudad, de prócer. Yo nací en Chile, y a los tres años me fui a vivir a Venezuela. Valdivia, diez años menor que yo, nació en Venezuela y a los tres años se fué a vivir a Chile. Migraciones que mis padres y los suyos hicieron probablemente or las mismas razones. Si hay un partido que hay que ganar, es el de hoy contra Honduras.

1 commentaire:

Roque Luongo a dit…

Recordar es vivir, querido Pablo.

Fue maravilloso jugar con Carlos en Puerto Ordaz. La final de ese campèonato se la ganamos a los peruanos con Chumpitaz (otro gran jugador y amigo)incluido.

Un abrazo,
Roque